viernes, 13 de diciembre de 2013

Universitaria Y Canguro 4

-¿Por qué estáis deshaciendo ésta cama?


Preguntó Peter con voz curiosa y posicionándose al lado de su hermana pequeña, quien lo miraba con ojitos confundidos por verlo allí a su lado. 


Su corazón corría como loco bajo la oscuridad del edredón, mientras en sus oídos solo sentía un pequeño pitido. Antes de notar, como unas fuertes manos la sujetaban por el brazo y cintura, para en menos de un segundo darle la vuelta y ser ella, la presa bajo las ropas de la cama.

 Su cuerpo comenzaba ascender de temperatura corporal, al hallarse prácticamente aplastada por el otro. Quien por lo visto, debía sentirse muy cómodo en aquella postura, dado que no hacía nada por moverse de encima de ella.

Pero no le hacía falta apartar las ropas, para saber quien era. Su cuerpo, hacía rato que le había avisado.

Aquella fresca fragancia y el cosquilleo que sentía por todo su cuerpo. Solo era con una persona….

Gregory.

Aún hallándose a oscuras. Pudo notar como el cuerpo de encima de ella se inclinaba hacia abajo y acercaba sus labios a su rostro, muy cerca de su oído… Pero también de sus labios…

-Me pido tenerte de canguro, si prometes despertarme todos los días metiéndote en mí cama.

Susurró con voz ronca y seductora, a causa de ser recién despertado. Notando también, un pequeño vestigio de humor en su timbre de voz.

-Buenos días pequeña guerrera.

La saludó en voz alta, alertando de aquella manera a los dos pequeños, de quien se ocultaba bajo las ropas de la cama.

-¡Gregory!

Exclamaron los pequeños extasiados por su presencia y saltando encima de ellos. 

Y al fin, pudo vislumbrar aquellos cautivadores ojos verdes, cuando los alegres chicos retiraron de un fuerte tirón el edredón hacia los pies de la cama.

Dejándolos descubiertos a la luz del día, para que sus miradas se pudieran encontrar.

Solo fue una décima de segundo.

Pero lo suficiente para emborracharse de él, antes de que lo apartaran de encima de ella al lanzarse a sus brazos. 

Sonreía por la escena de cariño que tenía delante de ella. Cuando sus mejillas se sonrojaron de forma violenta, al no poder evitar que sus ojos recorrieran al atractivo hombre, al tenerlo vestido únicamente con unos calzoncillos.

Pero fue en aquel recorrido atrevido por lugares desvergonzados, que le hicieron exclamar de manera tonta en voz alta, cuando halló que éste se hallaba en un estado también muy alegre.

-¡OH dios mío!

Jadeó de pronto con voz chillona, llamando la atención de los tres. Quienes giraron sus rostros para observarla detenidamente con pequeñas sonrisas curiosas.

Menuda vergüenza.

¿Qué demonios decía ahora?

Solo tenía que mirarlo a él a los ojos, para saber que había descubierto la causa de aquel grito.

-¡Tenemos que ducharnos Judith! –Se apresuró a señalar, bajando de la cama y cogiendo en brazos a la pequeña-. Se nos hace tarde Peter…

Su corazón y nervios, iban a explotar como no se calmara. Mientras que él, la miraba completamente divertido desde la cama.

-Sí, creo que todos necesitamos una ducha –Expresó guiñándole el ojo de forma atrevida.

Volvió a gemir como una tonta.

¿Y qué diantres quería su cerebro? En aquel momento y con los pequeños allí, no estaba para la labor de responderle con algo ingenioso.

De modo, que solo le quedó huir derecha a la ducha, con la pequeña en brazos y las carcajadas de fondo de Gregory.


Se hallaba un rato después en la cocina, desayunando con los dos pequeños cuando aparecieron sonriendo y charlando, Elisa y Gregory. Solo alzó un segundo la mirada hacia ellos, para bajarla de inmediato notando como sus mejillas volvían arder.

-Megan –Se acercó la chica con expresión alegre-, mi hermano se queda por una semana.

¡Genial! Pensó horrorizada, pero tratando de que no se le notara en el rostro.

-¡Que bien! –Forzó su rostro a sonreír, no pudiendo evitar el mirarlo por un segundo y verlo parado en el marco de la puerta, con la mirada puesta en ella y la sonrisa aún burlona en sus labios.

-Sí –Señaló éste, enderezando su cuerpo y caminando hacia la cafetera-. Vas a tener más oportunidades, para volver a despertarme con pellizcos y cosquillas.

Los tres hermanos de él, se rieron con fuerza por aquel episodio vergonzoso del día.

-No lo creo –Lo miró fingiendo cierta indiferencia-, puede que decida probar con un poco de agua la próxima vez.

-Eso ya no es tan divertido –Confirmó Peter, con cierta mueca en el rostro-. A mí me ha tocado alguna vez.

-Te creo chaval –Le guiñó un ojo al chico-, yo también se lo que es agua fría por la mañana, para poder despertarte de los sueños…

¿Aquello iba en doble sentido?

Se preguntó, bebiendo el último trago de su café con leche, para tratar de ocultar sus mejillas a él.

-Venga chicos –Los apuró, cogiendo los vasos y dejándolos en la pica-. Llegaremos tarde, todos al coche.

No hubo quejas.

 Todos cumplieron sus órdenes al coger sus mochilas de un rincón del suelo, para salir en dirección a la puerta principal. Deteniéndose un segundo junto al hombre, para despedirse de él con un beso familiar en la mejilla.

 -Hasta luego chicos.

Se despidió con voz ronca, sin mirarlos. Su mirada se hallaba puesta en ella, quien era la última en tener que pasar por su lado.

Y al hacerlo, fue detenida por el codo con una de sus fuertes manos.

Alzó su cabeza para encontrarse a éste, guiñándole un ojo y golpeándose la mejilla con el dedo índice.

-¿No hay beso tuyo?

Pidió con cierta sonrisa burlona.

Brasas ardiendo.

Así es como  volvía a sentir su rostro, ante aquella picardía.


¿Pero en donde estaba el doctor serio que había conocido aquel verano? ¿Qué demonios pretendía al actuar de aquella manera con ella?

4 comentarios:

  1. Jajajaja, divertido Brujis, e insisto , en los aprietos que andas metiendo a tus chicas con tanto hombre en paños menores rondando en tus novelas!!! besos! Y quedo a la atenat espera de su siguiente capítulo, mi estimada ( estoy probando con la educación ,jaja)

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    1. Nied,nied en lo de educación!!!!

      jajajajjaja

      Me encantan los paños menores. Ya los sabes!!!!!

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  2. Que bueno que subieras otro cap. me gusto mucho y ya quiero saber que le pasa a gregory para andar tan molestoso con nuestra canguro.

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    Respuestas
    1. Muchas gracias Yocelyn por seguir apoyandonos día a día, nos haces inmensamente feliz.

      Y gracias por decirme que te gusta algo éste cuento.

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