Marco (Nervios a mil) suena, una, dos, tres… estoy por colgar cuando su voz me llega profunda, clara y taaaaaan masculina que casi agradezco en ese momento a Dios por esa creación en particular.
-
¿Sí? – Dice simplemente.
- ¿Sebastian? ¿Luke?
¿Luke Sanders?
- Así
es. Mi madre y su empeño por ponerme dos nombres... ¿Tú eres...?
- Soy
Kendra… - Al no oír respuesta añado torpemente- La de la mancha. – Me doy un
golpe literal contra mi frente, oigo sus risas y esta vez me derrumbo en mi
escritorio.
- Claro,
Kendra la de la mancha, ¿es tu apellido?
- Muy
gracioso. Tu saco está listo. Discúlpame, de nuevo…
-
Deja de disculparte, son cosas que
pasan, esta vez quien se disculpa soy yo, debo pedirte otro favor.
¿Otro?
Pensé que hasta este momento quien me había hecho los favores era él no yo.
-
Por supuesto.
- ¿Podrías
mandármelo a la recepción de Glorius Dreams? Ya sabes, la empresa de
construcción y diseño de casas para los famosos ¿te paso la dirección? ¿Hola?
¿sigues allí?
- Sí.
– Apenas pude hablar, ¿Glorius Dreams? ¿En serio? ¿Acaso tengo alguna
penitencia que pagar?
- ¿Es
mucho pedir? –Pregunta atento y con una nota de preocupación en la voz.
-
Para nada. – Digo con un hilo de voz.
¿Qué
voy hacer? Dejar el saco, esconderme, irme aludiendo enfermedad por un virus
altamente contagioso, buena idea. Entra mi jefe directo Cristian y
automáticamente empiezo a estornudar ruidosamente.
-
¿Gripa?
- Sí.
Mucho me temo que si no quiero contagiar a todos debo irme.- Pongo mi mejor
cara de enfermedad.
- Mucho
me temo que no.
- ¡¿Por
qué?!
- Lo
siento Ken, tendrás que tomarte algo y por lo menos esperar a que acabe la
junta. Te necesito para la proyección de los planos.
- ¿Junta?
– Pregunto con voz temblorosa.
- Si,
haremos una colaboración. Adivina con quien, con Diseños S&C. Viene uno de
los socios, Luke Sanders. Al parecer es un proyecto gigantesco, tanto así que
dos empresas rivales han decidido asociarse en esto.
- Luke
Sanders… - Pongo la cabeza en el escritorio, esta vez sin fingir, creo que me
va dar algo. De pronto hago una pregunta importante, muuuy importante y me
incorporo. - ¿Sebastian Luke Sanders? ¿O solo Luke Sanders? -Quizás haya dos distintos un Sebastian Luke y aparte un Luke ¿no? de inmediato me surge otra pregunta- ¿Estará Lucille en la junta?
-
No debería, pero ya sabes su manía por
meter las narices donde no la llaman, solo por ser hija de uno de los Jefes,
así que seguro estará y Sebastian Luke solo hay uno, pero es más conocido en este mundo por Luke Sanders. – Me siento peor, aunque recuerdo que ella nunca vio a
Luke. – No faltará de seguro David, cree que tiene todos los derechos del mundo
también por andar con ella. – Ok, creo que voy a desmayarme.
Había
escuchado de esa clase de días en los que nada te sale bien, teniendo a alguien
muy dispuesta a jorobarme la existencia cada que pudiera, consideraba que un
día realmente malo en toda la extensión de la palabra podría enfrentarlo sin
problemas, soy una ilusa. Corro como loca a recepción, conseguí incluso un
gancho de donde colgar el saco y una bolsa negra que lo cubra, no es elegante
pero es lo único que encontré, pego una nota con el nombre de Luke Sanders.
-
Hola Jaz. – Digo sin aliento a la
linda recepcionista morena.
- Toma
aliento querida. – Me dice con su enorme sonrisa.
- Jaz
debes entregar este saco a esta persona por favor.
- ¿Luke…
Luke Sanders? ¿El dueño de S&C?
- ¡Rayos!
¿Por qué todo el mundo sabe quién es Luke Sanders menos yo?- Jaz empieza a
reír.
- ¿En
qué mundo vives? Sanders no es solo un socio, es dueño de la mitad de la
compañía, la fundó con un primo o algo así. Y tiene pinta de modelo de Dior
¿Cómo no voy a saber quién es? Suele aparecer mucho en noticias del mundo de
negocios y como no, en noticias sociales. Es muy conocido.
- Vivo
en una piña debajo del mar Jaz y no debí haber salido nunca de allí. – Me
quejo.
- Pero
tienes que decirme como es que esto es para él ¿lo conoces? – Pregunta
entusiasmada y casi frenética. – Pero si es nuestro rival ¿a qué viene?
- Sí,
lo conozco, pero solo de pasada y como secretaria que soy simplemente me
encargué de solucionarle un imprevisto al Sr. Sanders. Su saco se manchó de…
algo. Él vendrá a recepción por él y así podrás verle y sólo sé que viene pero
no sé a qué.
- ¡Vaya
pero que emoción! ¡qué buena amiga eres querida! Lo veré y sin saco, preferiría
verlo sin camisa y mucho mejor sin pantalones. – lanzó una carcajada. – Hay
fotos de él surfeando en Hawái, de infarto Ken, el tipo es de infarto.
- Lo
sé. – Susurro.
- ¿Cómo?
- Que
seguro sí. Debo irme y por tu vida. – Me acerco en plan conspirador – No digas
que yo traje esto, puede peligrar mi empleo.
-
Claro, claro querida.
Paso uno a seguir:
entrega del saco y silencio de Jaz. Listo.
Paso dos a seguir:
retocarme el maquillaje en el baño de damas. Si se viene el desastre que no me
agarre con el rímel o el labial corrido. Listo.
Paso tres a seguir:
tomar un té de valeriana o tila. Casi le pido a Jaime uno de los Ingenieros de
mi departamento que me regale un Valium, debido a la enorme carga de trabajo de
meses pasados, el pobre pagó las consecuencias. Es un poco débil y dado al
histrionismo, añádanle nervios e hipocondría, el resultado es taraaaan: Valium.
Me abstengo, no creo sea buena idea, además me preguntará por que quiero una de
sus pastillitas milagrosas.
Paso cuatro a seguir:
preparar
todo para la presentación en la sala de juntas. Lo hago con anticipación y con
precisión enfermiza. Listo.
Paso cinco a seguir: ser
invisible. Estaré antes de que entren todos, me escudaré en alguno de los
muchos que estarán de pie, porque se ha corrido la voz y medio mundo quiere
entrar aunque sea para ver el momento icónico en que ambas empresas inicien su
fusión en el proyecto. Así que cuando las luces se apaguen, simplemente
apretaré los botones correspondientes y la presentación tendrá lugar y punto
final, al encenderse las luces saldré primera y listo. Falta media hora para la
junta, se espera que dure una hora aproximadamente, pues solo son las
presentaciones mutuas. Mejor voy por ese té.
Una hora después.
El caos.
Todo el mundo me
mira.
No atino a decir
nada.
Bueno Crissa, no
llegaré a cumplir mi meta de durar dos años más aquí.
Lucille debería estar
feliz de al fin poder verme lejos, parece terriblemente molesta.
Quiero gritar y estoy
a punto de hacerlo.
-
Así que durmiendo con el enemigo eh
Kendra. – Suelta David enfrente de todos. – Ya decía yo que su cara me lucía
familiar.
- ¿Cómo
pudiste? – Exclama Lucille cual virgen ofendida de la edad media.
-
¿Algo que decir? – Dice el padre de
Lucille. El jefe de todos, dueño para más datos de la compañía. – Haz sido
empleada nuestra todos estos años, la empresa ha hecho tanto por ti.
¿Perdón?
¿La empresa ha hecho tanto por mí? Bueno, darme empleo y más nada. ¿Por qué
todo el mundo se cree con derecho a juzgarme? Vale, algunos me ven con
curiosidad, otros con morbo y hay otros que con lastima.
Empieza
a crecer un enorme sentimiento de furia dentro de mí. No puedo reprimirlo más.
Voy a hablar. Voy a vomitar todo lo que tengo dentro.
Luke
me observa con el ceño fruncido, se ve su cara de preocupación, bueno, lo
siento. No era lo que quería que pasara, lamento arruinar las cosas. Pero, esto
es demasiado para tener que soportarlo con la cabeza gacha, así que…
Media hora antes del caos. O sea a
la hora de la junta.
La
sala está a rebosar, no han llegado los jefazos, me oculto como bien planeé
detrás de una espalda, la de Jaime. Estoy feliz porque no veo a Lucille y David
por ningún lado.
-
¿Qué haces allí atrás? – Pregunta.
- Nada.
Tú déjame estar aquí.
- Estás
rara.
- No
más que tú.
- ¡Oye!
- Shhh
calla. Te traeré galletas de esas que te gustan.
- ¿Las
de chispas de chocolate?
-
Sí. Ya cállate y déjame estar aquí.
Los
murmullos y cuchicheos se incrementan. Llega Luke y el padre de Lucille.
Seguidos de cerca por Cristian y otros de los directores. Veo que mi jefe
directo me busca con la mirada, saco la cabeza de detrás de Jaime y él me hace
señas de que si todo está listo y me limito a asentir. Luke ni se ha percatado
de mi presencia. Parece que todo va salir a pedir de boca. Cuando toman asiento
los involucrados, veo con terror como es que no solamente quedan dos asientos
sin ocupantes, sino que también oigo un familiar repiqueteo de tacones. Lucille
llega haciendo una gran entrada sin David (Gracias a Dios), una ola de su
penetrante perfume nos envuelve a todos y camina como si estuviera en pasarela
directita a Luke.
-
Luke, que alegría tenerle aquí. – Dice
coqueta y extiende su mano de una forma que parece que pide que se la besen.
Luke sonríe, se levanta y simplemente la estrecha. – Sonrío triunfal ignorando
que hace un momento quería estrangularle por coquetearle a un hombre con el
cual no tengo relación alguna.
- Un
placer, ¿señorita….?
-
Lucille Moran. Debe saber de mí, mi
padre es dueño de todo esto. –Y hace un ademán arrogante señalando todo. Muchos
ponen discretamente los ojos en blanco y otros ponen gesto de desagrado. – ¿Nos
sentamos?
Pero qué me estás contando!!!
ResponderEliminarDíos sí que han ocurrido cosas en éste capi,y vas y lo dejas así joia....
Por favor dime q saldrá en su ayuda... carajo un hombre así seguro q lo hace
Jajaj amé lo de Piña debajo del mar, también me pasa a veces...y en serio que alguien mate a esos cabrones. O kendra, o Luke o Crissa o algún león hambriento fugado de un ZOO pero alguiennnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn!!! Y ya dije que amo nuestros aniversarios?
ResponderEliminarYo quiero estar en una piña debajo del mar, seguro está mas fresquito que aquí donde vivo y esto ya casi se acaba! las amo y amo los anivs tb!!!
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